El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) difundió un documento elaborado por alrededor de 15 técnicos en donde comparten una serie de definiciones y opiniones basadas en muchos trabajos y estudios que hay dentro de la institución sobre la utilización de agroquímicos y el empleo de esta herramienta dentro de la agricultura.
Una de las especialistas que estuvo trabajando es María Carolina Sasal que compartió más detalles del paso a paso de este proyecto.
“Hace más de un año el INTA conformó una mesa técnica con distintos especialistas, de distintas partes del país, somos 15 quienes integramos la autoría de este documento, pero en realidad es un documento que reúne todo el trabajo y el conocimiento que tiene el INTA en este momento. Esa mesa la conformó el Consejo Directivo del INTA con diferentes objetivos, y el primero fue este documento que se llama “Los productos fitosanitarios en los sistemas productivos de la Argentina: Una mirada desde el INTA”, y recorre distintas cuestiones desde que es un producto fitosanitario, la falta normativa que tenemos en el país y en otros países con producción agropecuaria similar a la nuestra, y después distintas cuestiones que tienen que ver con las tensiones que hay alrededor de este tema en la sociedad y también, qué es lo que está haciendo el INTA en los distintos aspectos en los que trabaja en esta temática”, explicó Sasal.
Sobre las principales conclusiones que obtuvieron agregó que “la información que hoy tenemos tanto técnicas y científicas sobre la temática es muy amplia. Pusimos en valor y reunimos esta información que hoy da soporte a un debate en torno a este tema, pero un debate argumentado y fundamentado”.
Hay también un recorrido sobre unas investigaciones que hay no solamente en Argentina sino en el mundo que dan cuenta de que distintos sistemas de producción tienen distintos requerimientos. El documento también plantea o revaloriza a los fitosanitarios como una herramienta para utilizarlos en la producción agropecuaria, sin desmedro de otros sistemas como el orgánico o el agroecológico donde hay o no un uso más acotado en función de las necesidades del crecimiento de las poblaciones, plagas, de malezas o enfermedades.
En un proceso donde la agricultura también ha incorporado herramientas como en nuestra zona, por ejemplo, con los cultivos de cobertura o cultivos de servicio, donde también son herramientas ya no vinculados a los fitosanitarios sino más de manejo agronómico en busca de mejorar la condición de suelos y muy eficiente para el control de malezas, “nosotros ponemos el énfasis en eso, las buenas prácticas agrícolas no son solamente tecnologías que tengan que ver con la aplicación de un producto fitosanitario, sino que tienen que ver con otras prácticas de manejo que tienen el foco puesto en el ambiente, en cómo hacemos para mejorar los suelos, para secuestrar más carbono, para que el ciclo de los químicos de los nutrientes sea eficiente y que hagamos eficiente uso del agua y que no tengamos pérdidas por escurrimientos o arrastre de suelo por erosión. Distintas cuestiones que estamos mirando desde el sector agropecuario y que tienen mucho más que ver con los centros sanitarios que son una herramienta más de manejo” expresó Sasal.
AGROQUÍMICOS Y RENDIMIENTOS
La posible caída de rendimiento por no usar fitosanitarios está probada, es enorme la brecha que hay entre la condición que te generan desde el punto de vista productivo y la utilización de este tipo de herramientas hoy en la producción extensiva es una herramienta indispensable, la especialista de INTA lo afirma y agrega que sin desconocer esto, entienden que “hay una mirada de la población en general a nivel mundial que pretende y sobre todo en las nuevas generaciones por tener una menor dependencia del uso de insumos químicos y una tendencia hacia el sistema que asegure o garantice la inocuidad de la producción alimentaria. “En este sentido también el INTA está mirando esto, no lo desconocemos, al igual que todo el sector agropecuario y entonces estamos trabajando en distintas cuestiones que tienen que ver, sobre todo con la tecnología de Agtech (Agricultura de precisión). Todas cuestiones que nos ayudan y nos van a seguir ayudando para ser más precisos en la utilización de estos productos de síntesis química. Hay una gran línea de trabajo en todos los productos biológicos, insumos, y todo lo que viene con estrategias de manejo, cultivos con resistencia genética.
Hay un montón de herramientas en las cuales se está trabajando para que gradualmente se pueda reducir el uso de insumos de síntesis química. Hoy es una herramienta necesaria para la producción extensiva”.
NORMATIVAS PROVINCIALES
Sasal se refirió a las regulaciones en Entre Ríos, ya que no hay una ley nacional de fitosanitarios, en cambio en Santa Fe hace ya mucho tiempo desde el año 1996 o 1997 hay regulación, pero en general las provincias han regulado esta cuestión: “Entre Ríos también tiene su ley de uso de plaguicidas y ha hecho algunas modificaciones y reglamentos para ajustarse a cuestiones que van surgiendo, como la cuestión de las escuelas rurales que no están dentro de la legislación.
Igualmente hace falta una revisión de esta normativa que datan de unos cuantos años atrás, los sistemas de producción eran diferentes y productos fitosanitarios que en ese momento eran nuevos en el mercado, y hoy tienen muchos años, han generado resistencia en malezas. Hay muchas cuestiones que deberían reverse en una legislación más actualizada.
El INTA en 2004 formó el área estratégica de gestión ambiental que en este momento y antes también en otras estructuras del INTA donde ya venimos estudiando, tenemos trabajos de investigación publicados antes del 2000 respecto a monitoreo de plaguicidas, nutrientes o metales pesados y distintas cuestiones que hacen a la producción agropecuaria, el impacto en el ambiente y sobre todo, teniendo la mirada de qué es lo que tenemos que ajustar cuando tenemos un buen diagnóstico porque vemos que es fundamental, y el INTA por supuesto que trabaja acompañado de otras instituciones de ciencia y tecnología, las unidades universitarias y el CONICET. El INTA es parte de estos monitoreos y consideramos que es importante que así siga haciendo.
Consideramos que se puede convivir con diferentes sistemas de producción ya que Argentina es muy grande y tenemos la posibilidad de tener distintos objetivos y sistemas de producción, siempre con una mirada muy detallada de en qué ambiente estamos realizando la producción con conocimiento, y en eso revalorizar el rol profesional de los profesionales de la agronomía, porque no se puede generalizar, cada ambiente, cada sistema de producción tiene sus particularidades y eso hay que monitorearlo y estudiarlo concluyó Carolina Sasal.
