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Salud de suelo: ¿hacia la agricultura perenne?

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Hallazgos recientes revelan el papel de las raíces de los cultivos en la formación de materia orgánica y terminan de ‘inclinar la vara’ hacia el siempre verde.


La salud del suelo implica interacciones entre sus componentes. Para que un suelo sirva a la producción de cultivos debe gozar de buena salud y esto depende en gran medida de su cantidad de materia orgánica y biodiversidad. Mediante manejos agronómicos respetados, con siembra directa, haciendo un uso adecuado de las fertilizaciones, y manteniendo cubiertas vivas el mayor tiempo posible es factible mejorar el estado de los suelos. Ahí es donde entran los cultivos de servicios (CS).

Anteriormente se llamaban ‘de cobertura’, - se creía que sólo servían para mantener cubierto al suelo durante el barbecho - , pero hoy esa definición les queda chica y “es mejor definirlos como cultivos de servicios ecosistémicos, de regulación y soporte” aclara Gervasio Piñeiro (FAUBA - CONICET), coordinador de la Red de Cultivos de Servicios de AAPRESID. 

Los CS son aquellos que se siembran con múltiples propósitos en función de las necesidades del sistema y de los objetivos de cada establecimiento. Ayudan a conservar la humedad del suelo, intervienen en el control de plagas y malezas, mantienen un equilibrio nutricional y contribuyen a la acumulación de carbono y materia orgánica.

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La salud del suelo implica interacciones entre sus componentes. Para que un suelo sirva a la producción de cultivos debe gozar de buena salud y esto depende en gran medida de su cantidad de materia orgánica y biodiversidad. Mediante manejos agronómicos respetados, con siembra directa, haciendo un uso adecuado de las fertilizaciones, y manteniendo cubiertas vivas el mayor tiempo posible es factible mejorar el estado de los suelos. Ahí es donde entran los cultivos de servicios (CS).

Anteriormente se llamaban ‘de cobertura’, - se creía que sólo servían para mantener cubierto al suelo durante el barbecho - , pero hoy esa definición les queda chica y “es mejor definirlos como cultivos de servicios ecosistémicos, de regulación y soporte” aclara Gervasio Piñeiro (FAUBA - CONICET), coordinador de la Red de Cultivos de Servicios de AAPRESID. 

Los CS son aquellos que se siembran con múltiples propósitos en función de las necesidades del sistema y de los objetivos de cada establecimiento. Ayudan a conservar la humedad del suelo, intervienen en el control de plagas y malezas, mantienen un equilibrio nutricional y contribuyen a la acumulación de carbono y materia orgánica.




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09/05/2024