Coordinado entre entidades públicas y privadas, el sistema de gestión ambiental busca recuperar los envases vacíos de fitosanitarios y reducir su impacto ambiental. Estará presente a lo largo de 19 departamentos e iniciará con jornadas itinerantes de recepción.
El Sistema de Gestión Integral de Envases Vacíos de Fitosanitarios de CampoLimpio se aprobó en la provincia de Santa Fe a partir de una resolución conjunta entre las carteras provinciales de Producción, Ciencia y Tecnología; y de Ambiente y Cambio Climático.
La iniciativa, que se enmarca en la Ley 27.279 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la Gestión de los Envases Vacíos de Fitosanitarios, brindará una gestión adecuada sobre estos residuos; poniendo a disposición del productor agropecuario espacios seguros en los que pueda entregar los recipientes después de usados.
El plan aprobado por las autoridades santafesinas habilita la presencia de CampoLimpio a lo largo de 19 departamentos de toda la provincia. Mientras se desarrollan los procesos correspondientes a la instalación de Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT), que serán 13 en la provincia, el despliegue territorial de la Asociación iniciará con jornadas itinerantes de recepción en las regiones donde hay mayor generación de envases vacíos asociado a la producción agropecuaria.
“Comenzar el despliegue en Santa Fe es una gran noticia porque implica la incorporación de la tercera provincia en cuanto a cantidad de vuelco de plástico. Recibimos la aprobación de nuestro plan sin objeciones, por lo que estamos en condiciones de comenzar a trabajar rápidamente. Agradecemos a las organizaciones que nos acompañaron, también al trabajo conjunto con los ministerios de Producción y de Ambiente y sobre todo la confianza en Campolimpio, que tiene la experiencia en otras 20 provincias, y que desde el 2019 recuperó más de 9 millones y medio de kilos de plástico proveniente de envases vacíos de fitosanitarios”, explicó Juan Manuel Medina, gerente de Relaciones Institucionales de CampoLimpio.
La eficiencia del sistema es compartida con todos, así lo decreta la Ley 27.279, que establece las responsabilidades para los actores de la cadena a lo largo del ciclo de vida del producto fitosanitario. En este sentido, la asociación articula esfuerzos con autoridades municipales, provinciales y nacionales junto a distribuidores, productores y organizaciones del sector para desplegar el Sistema en todo el territorio nacional.
Además de los Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT), el Sistema CampoLimpio contempla jornadas de recepción de envases vacíos y concientización en ubicaciones donde no hay un CAT instalado, la plataforma de gestión de CAT para certificar la recepción de los envases vacíos entregados, un programa de capacitación y concientización, y una logística integral para el traslado de los envases que está bajo la normativa vigente de cada provincia.
La mayoría de los envases vacíos recuperados por CampoLimpio podrán ser sometidos a un tratamiento adecuado y reutilizados para fabricar caños, postes, fratachos y otros materiales de construcción, así como elementos viales y otros productos, lo que promueve la economía circular.
La responsabilidad compartida
El correcto tratamiento de los envases vacíos de fitosanitarios requiere a su vez de la responsabilidad de los productores. Es importante que los usuarios lleven estos bidones a las jornadas o centros habilitados para: asegurar que el plástico se recicle en usos permitidos; prevenir que se utilice para elementos como cubiertos, juguetes u otros usos prohibidos; cuidar al ambiente y a las personas. La Autoridad Competente de cada provincia define cuáles son los usos permitidos del material valorizado o reciclado.
Para facilitar la puesta en valor de estos desechos, los productores deben entregarlos limpios, según su tipo, para disminuir la cantidad de residuos químicos dentro del envase.
En este sentido, previo a su entrega, los envases Tipo A, tal y como establece la norma, deben lavarse manualmente, técnica conocida como triple lavado, o por lavado a presión. Este proceso se realiza con la finalidad de minimizar los residuos del producto fitosanitario, y asegurar que el manejo y tratamiento posterior sean adecuados.
Los envases Tipo B, por su parte, no pueden ser sometidos al proceso de reducción de residuos a través del triple lavado o lavado a presión. Aquellos que sean de cartón, metalizados, bolsas plásticas, entre otros, una vez vacíos deben almacenarse temporalmente de manera segura y entregarse al Sistema de Gestión para que obtengan un tratamiento diferencial.
Según establece la Ley 27.279, está terminantemente prohibido, y es delito, la reutilización, abandono, entierro, quema o comercialización de los envases, como así también el uso del material recuperado para elaborar cualquier tipo de productos que, por su utilización o naturaleza, puedan implicar riesgos para la salud humana o animal, o tener efectos negativos sobre el ambiente.
CampoLimpio entrega un certificado ambiental al momento de recibir los envases para asegurarle a los productores que estos envases serán tratados dentro del Sistema.
La provincia informó que la instalación de CAT en tres etapas. Estarán ubicados en Reconquista, Rafaela, Caña de Gómez, Venado Tuerto y Santa Teresa. En la segunda etapa se instalarán en San Justo, Esperanza, Cañada Rosquín y Suardi. Finalmente construirán en Tostado, San Cristóbal, Firmat y San Gregorio.
La opinión oficial
La provincia de Santa Fe estaba algo atrasada, pero eso cambió en el transcurso de los últimos días. La Secretaria de Agroalimentos de la provincia de Santa Fe, María Eugenia Carrizo amplió detalles y mencionó con entusiasmo que por fin Santa Fe después de un largo tiempo y trabajo junto con el sector privado se puede contar con un marco normativo para tener resuelta la recuperación de los envases fitosanitarios en un territorio con una relevancia agropecuaria enorme a nivel país.
“Llegar a esta situación implicó varias etapas, como lo es un cambio en la ley. La original lo que planteaba era que los bidones de fitosanitarios eran un residuo peligroso, esto implicaba enormes trabas en todo lo que tenía que ver con el transporte. Un residuo peligroso implica que tiene que tener determinados requisitos para el traslado lo que se dificulta enormemente como si fuera un residuo patológico” expresó Carrizo.
“Entonces se modifica la ley, que llevó más de un año en la cámara de diputados, se logró cambiar que pase de residuos a mercancía peligrosa. De ese modo el transporte es más sencillo. Después, trabajamos un largo tiempo en todo lo que tiene que ver con la reglamentación de esa ley, con todos los detalles y pormenores. Ahí lo hemos hecho junto con el sector privado el año pasado, donde se han logrado establecer cuáles son los lineamientos, como tienen que estar los Centros de Almacenamientos Temporarios (CAT), también planteamos que haya nodos donde los productores van a poder llevar esos bidones y que tienen menos requisitos que un CAT”.
Planteamos también que en la provincia exista lo que son las campañas itinerantes, sitios que van a estar ubicados en diferentes puntos fijos, van a pasar camiones a retirar bidones en determinados días y horarios. Es decir, que los productores van a poder llevarlos a esos lugares” explicó la Secretaria de Agroalimentos de la provincia.
Carrizo aclaró que cuando se modificó la ley, se incorporó al Ministerio de Producción también como autoridad de aplicación porque inicialmente era solo el Ministerio de Ambiente.