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Producción pecuaria y cambio climático

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El asesor y docente de la UNL, José Jáuregui respondió a una de las dudas más difundidas en los últimos tiempos: ¿La ganadería es la responsable de una parte importante de los gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global o la ganadería es parte de la solución al cambio climático?


Su respuesta más corta y directa fue que no es una gran responsable. Sin duda es uno de los sectores que emiten, por supuesto. Si uno piensa se emite en cualquier sector productivo de cualquier actividad humana. A veces llega al absurdo de tener que explicar que vivir significa emitir dióxido de carbono”. 

La realidad es que hoy por hoy es un sector que emite en promedio, para ganadería de carne y leche, un 10% del total de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global. El otro 90% corresponde a otras actividades humanas y una porción grande de esa torta se la lleva, por supuesto, lo que es toda la producción de energía, fundamentalmente porque tenemos una matriz energética todavía compuesta mayormente por energía fósil.

PARTE DE LA SOLUCIÓN

Por otro lado, respecto de si la ganadería puede ser parte de la solución la respuesta es “sin dudas. Hoy no hay ninguna actividad industrial, excepto algunas muy experimentales, que puedan capturar dióxido de carbono atmosférico y guardarlo en la caja de ahorro que tenemos todavía a medio llenar que es nuestro suelo. Entonces ahí hay otra oportunidad grande, y la ganadería que tenemos en Argentina que es bastante pastoril todavía, tiene una oportunidad en ese sentido. Además de la agricultura en general, cualquier proceso agrícola o forestal también lo tiene, pero la ganadería en particular, sobre todo por cómo se la ve, como la mala de la película amplió Jáuregui.

Con respecto a si hoy por hoy se mide lo suficiente con fundamentos para conocer lo que está pasando, el asesor comentó que hay un desafío grande todavía en lo que implica medir y agregó: Hay esfuerzos a nivel país. Tenemos algunos datos y hay voluntad para empezar a medir. También algunas iniciativas privadas que empiezan a querer certificar lo que es captura de carbono, pero a nivel mundial se encuentran también otros desarrollos. 

En Argentina estamos arrancando un poquito más de atrás, pero se viene trabajando por supuesto, y a nivel mundial si uno mira trabajos de medición empírica, porque a veces solemos trabajar sobre simulación y modelos, y los modelos como todo son simplificaciones de la realidad y de otra manera no se podría modelar o simular nada, pero tenemos ejemplos cerca, por ejemplo, Brasil que tiene un sistema científico tecnológico muy robusto y con Embrapa vienen midiendo, en forma empírica. Agarran los animales y miden emisiones, captura y determinaron por ejemplo que en algunos sistemas silvopastoriles de intensidad media están siendo carbono positivos, es decir, son sistemas que no solamente no agregan dióxido de carbono adicional a la atmósfera, sino que hoy por hoy están siendo capaces de capturarlo. 

Por ejemplo, en Uruguay están embarcando ya los primeros pedidos de carne carbono neutro. El año pasado, a principios de este año, se embarcó el primer pedido uruguayo de carne certificada como carbono neutro. Entonces son todas oportunidades que quizás en un contexto macro un poco más complicado y una proyección de la actividad ganadera que siempre es de mediano plazo a veces se dificulta que lo encaren los productores, pero está la oportunidad también por supuesto, para Argentina de ir por ese mismo camino.

EL CASO DE OCEANÍA

Jauregui también explicó sobre caso de los ovinos en Nueva Zelanda: Es paradójico, porque es un país que a partir del año 2025 los farmers, los tamberos, los productores ganaderos y los productores ovinos van a tener un impuesto al eructo (Burp Tax) que es un impuesto al metano.

Nueva Zelanda tiene un compromiso ambiental muy grande que para el año 2030 ser carbono neutral muchos países desarrollados lo tienen, pero la realidad es que pocos están logrando llegar a esas metas, es complejo hacerlo, pero el país arrancó con ese impuesto que generó muchísimo ruido y que genera también protestas en un país tradicionalmente muy calmo y es curioso. 

También ahí hay un poco de desconocer por qué al mismo tiempo que pasó eso sale este trabajo mostrando como la carne ovina es carbono neutro. Un trabajo propio de Nueva Zelanda, hecho en ese mismo país por un Instituto de Investigación local. Entonces es curioso como por ahí la política con este tipo de medidas estatales van en un sentido casi como de espaldas a la ciencia, y ahí hay un mucho lobby, a veces del malo. Hay una presión muy grande por poner el foco en lo negativo de la ganadería y en muchos casos a espaldas a la ciencia, desconociendo la evidencia. Eso me preocupa, sobre todo en países como Nueva Zelanda, de nosotros que somos por ahí que somos un poco más cachivaches lo podríamos esperar, pero estos países o los europeos, realmente sorprende este tipo de medidas.

EL POTENCIAL ARGENTINO

Empecé a meterme más tímidamente en este tema hace unos tres años, y me sorprende la cantidad de consultas que empiezan a aparecer de productores, de gente que realmente tiene una curiosidad genuina por comenzar de a poco a decir qué hacer para mejorar y empezar a medir. 

Hay esfuerzos, por ahí lo que falta es un horizonte más claro desde lo macro, de decir qué pasa con la actividad. Entonces el productor muchas veces tiene el deseo, tiene la voluntad, tiene la energía, pero no tiene las reglas de juegos muy claras para decir, encaró esta mejora, encaro esta inversión, me pongo a hacer las cosas diferentes o tengo que estar pensando cómo cubrir el cheque en el banco, si el precio va a aumentar o bajar o si voy a tener retenciones. 

Entonces creo que por ahí faltan reglas de juegos claras, pero soy optimista por necesidad, porque en la medida que no nos adaptemos a demandas nuevas de los mercados, que son los mercados europeos, que demandan cada vez más trazabilidad, cada vez más sustentabilidad en la manera de producir y certificar esa sustentabilidad.

No nos olvidemos que Europa hace poco el Parlamento Europeo habló de que no van a comprar carne, leche, ni subproductos, ni siquiera granos derivados de deforestación, entonces ese tipo de cosas se vienen, y también soy optimista porque creo que hay un cambio generacional, y en las generaciones más jóvenes uno ve que con toda la potencia que tienen hay un compromiso mucho más grande con el ambiente y un deseo de hacer las cosas distintas. Entonces creo que eso me da esperanza. Lo veo con optimismo. Sí, creo que falta. Por ahí esto de las reglas del juego son fundamentales, pero va tendiendo hacia eso, quizás más lento que nuestros vecinos, pero vamos hacia ese camino cerró Jauregui.




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10/05/2024